Una habitación oscura, invadida por el silencio, cargada de un rico
sabor y de un denso sentimiento.
El silencio llena mis oídos, puedo escuchar mis propios pensamientos; si
estuvieras aquí, serias testigo del mágico encuentro.
Inspiración disfrazada de locura, escapándose por todo el cuerpo.
Palabras sueltas en armonía con el viento, dando vueltas y vueltas hasta
encontrar el lugar correcto.
Todo flota alrededor, todo encuentra su momento, a la hora de plasmar,
todo cae por su propio peso.
No hay nada que pensar, todo queda descubierto, no hay secreto que
guardar cuando se trata de expresar un sentimiento.