16 jul 2012
Autoconocimiento
Un rayo de luz era el unico testigo en aquella casi total oscuridad, donde tambien el silencio reinaba y solo se interrumpia de vez en cuando por un leve y profundo suspiro. Una silueta envuelta por la penumbra era delatada por instantes cuando ese rayo de luz la alcanzaba y dejaba ver los suaves movimientos cargados de extasis. Las manos deslizandose suavemente encontrando todos y cada uno de esos puntos que al minimo roce dejan sentir muy sutiles contracciones reconociendo todo rincon nunca antes explorado. Toda una fantasia de movimientos, sonidos y sensaciones
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