Atravesar esa puerta es entrar a otro mundo, a un mundo magico en donde soy yo la reina del universo, donde el verdadero ser fluye naturalmente, en donde puedo recorrer una y otra vez lugares, instantes que en ese momento se vuelven realidad; en donde las emociones, los sentimientos, los pensamientos flotan sin temor, sin restriccion, con amor; en donde el espiritu casi se sale del cuerpo para observar sin juzgar, para enseñar sin castigar, para compartir sin esperar, para acompañar sin criticar, para amar y valorar. Ese mundo envuelto en la penumbra, fragante, de delicados aromas que llenan el cuerpo, de sutiles sonidos que transportan por el tiempo y el espacio; ese mundo ideal que paso a paso invita a hacerlo real, hasta el dia que atravesar la puerta en sentido contrario ya no tenga diferencia y cada umbral que atravieses te lleve a otro mundo magico.
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