Esta noche pude ver que tenias un
brillo diferente. Alumbraste todo mi recorrido y sin embargo no pude llegar
hasta ti. A ratos te escondias tras las ramas de los arboles, asomandote de vez
en cuando con ese porte casi arrogante pero a la vez timido que cual niño
travieso me invitaba a jugar contigo. Tendra que ser en otra ocasión, pensé,
pues tengo prisa y mi recorrido he de terminar. Que tanto habras hecho en mi
ausencia, me pregunto, cuantos poemas habras inspirado, cuantas serenatas
habras acompañado, cuantas sonrisas habras propiciado. Al salir vi que seguías
ahí, esperando mi regreso y fuiste mi compañía de nuevo. No puedo dejar de
maravillarme por tu belleza, te observe en todo tu esplendor. Que tienes luna
ingrata que a todos embelesas. El dia
casi termina y tengo que decirte hasta pronto, pero se que esperaras a
que me duerma y me cuidaras desde la esquina escurriéndote y regalandome tu luz a traves de mi ventana como
lo hace el faro de la noche.
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